Durante la gestión de Néstor Kirchner, a mi humilde entender, con el simple hecho de darle a nuestra Juventud un proyecto de vida serio y proponerles en forma constante un mensaje político claro y sin contradicciones, logro concientizarlos en el "sí, se puede" y consiguió que se compenetren más con la realidad; logrando también, que nuevamente militen desde cada ámbito activamente, se identifiquen y luchen por sus ideales. Los puso en marcha. Les dio un sentido a las cosas. Les dio, fundamentalmente, esperanzas.
Ante su fallecimiento pensé que había sido un golpe muy fuerte y caerían en un abatimiento generalizado. Por suerte me equivoque y pude comprobarlo ahí mismo, durante su despedida. Nunca había visto tantos jóvenes en forma espontanea despidiendo a un político - Cuando fue lo del General no había tanta Juventud y lamentablemente, también me toco vivirlo - y podía percibirse en el aire un "No es una despedida, es un hasta siempre" y el cartel sobre las rejas de Casa Rosada en el que a mano alzada podía leerse "Cristina no estás sola los jóvenes estamos con vos" me sirvió para reafirmarlo. Sentí orgullo.

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